Amar en medio del caos
Reflexiones sobre el amor, la vulnerabilidad y la sanación personal.
Yo no puedo estar con una persona que, cuando las cosas se están estancando, su única opción sea huir y dejar todo atrás.
No puedo estar con una persona que, en el momento en el cual yo muestro mi vulnerabilidad y me abro, lo vea como un acto de manipulación o debilidad.
No puedo estar con alguien cuya manera de verme va cambiando sin que yo me dé cuenta.
No puedo estar con alguien que me haga estarle pidiendo que haga las cosas bien. No puedo estar pidiéndole a las personas cómo actuar, no puedo estarles diciendo lo que necesito tantas veces que me quede sin saliva y ya no me salgan las palabras.
No puedo estar con una persona que me haga sentir que I'm walking on eggshells todo el tiempo.
Que me haga sentir que no puedo expresarme porque todo lo volteará y malinterpretará.
Que me haga ahogarme con mis lágrimas una y otra vez.
O que me haga cuestionarme mi valor.
O que me deje con ataques de ansiedad cada vez que sale, porque la incertidumbre me consume.
No puedo estar con alguien que saque comentarios acuchillados, pero indefensos en sus ojos.
No puedo estar con alguien que me haga sentir que me está “aguantando”.
No puedo estar con alguien que me haga sentir que no soy suficiente.
No puedo estar con alguien que sólo se fije en mis errores, en mis peores momentos, y que no le preste atención a los buenos, los cuales lucho día tras día para mejorar, aunque a veces no parezca así.
No soy perfecta, y estoy muy lejos de serlo.
Pero lo que sí soy, es ser empática y sensible.
Siento demasiado, siento tanto que puedo llegar al borde en cuestión de segundos —microsegundos—, con los ojos cerrados y en una cuerda floja.
No merezco estar con alguien que me tenga como opción, yo merezco ser la prioridad.
No me merezco en absoluto estar ahí “por si no funciona” o por si “encuentro algo mejor”; no merezco nada de eso.
No merezco que me llenen de anhelos y sueños para que, una vez que baje la guardia, vayan dejando atrás todos esos actos que hacían con tanta frecuencia al principio.
Merezco el mismo trato una y otra vez.
Merezco amabilidad.
Merezco paciencia.
Merezco reciprocidad.
Lealtad.
Honestidad.
Respeto.
Amor.
Merezco y merezco.
Y soy digna de ello.
Mi manera de querer es intensa, sin enredos y pura.
Pero sé que también soy una persona difícil.
Sé que soy complicada.
Que mi mente es un enredo constante, que mi alma está destrozada desde hace años y que, también, no soy una persona del todo estable. Estoy consciente de ello.
Pero ¿por eso soy una persona que no es digna de ser amada? ¿Valorada? ¿Respetada? ¿Comprendida?
Me duelen las cosas más de lo que deberían, y la realidad es que cada vez que me lastiman, esas cosas o palabras se quedan clavadas en mi pecho, y mi corazón trata de sobrevivir con ellas.
Realmente nunca me recupero del todo, y en la mayoría de los casos…
Siempre se lleva una parte de mí, después de eso ya no vuelvo a ser la misma.
Y he aprendido a vivir con ello. Estoy tan acostumbrada que sólo saco un curitas del botiquín de emergencias y sigo con mi camino, tratando de sanar aunque me esté quemando por dentro.
Tal vez en otra vida, la vida será más amable conmigo, sólo tal vez.
He llevado tanto tiempo aterrada de abrirme, de bajar la guardia, de enamorarme.
He tenido que vivir con una filofobia tremenda que me ha calado los huesos por años, para que cuando finalmente decido arriesgarme, mi corazón me recuerde una vez más por qué no debí hacerlo desde el inicio.
Porque siempre me terminan lastimando, y porque al final del día siempre es mejor si cierro mi corazón con llave y lanzo esa llave a lo más profundo del océano.
Porque si no tienen acceso a mi corazón, no tienen acceso a mí. Y con ello, no me pueden herir, no pueden robarse las constelaciones que llevo dentro de mí y que tanto he protegido.
En estos momentos estoy en una cuerda floja donde no sé si al final mi corazón tendrá la razón una vez más, pero lo único que sé es que esta vez no me arrepentiré.
Porque he estado en tanto caos, que por primera vez estar con alguien que me llena de tanta paz me hace sentir en casa.
Pero es tan complicado, porque estar tan acostumbrada al caos hace que yo misma provoque nuestro propio caos, destrozando todo poco a poco, como un huracán inesperado que va llevándose partes por partes hasta que todo queda totalmente destruido.
No quiero eso, pero si al final pasa…
No me sorprendería.
Porque el caos que he recibido es, al final, el caos que estoy creando donde no debería.
En verdad este proceso se está llevando toda mi energía, pero no quiero rendirme.
Tengo que darme una oportunidad, tengo que entender que por primera vez en mi vida tengo paz, y que NO necesito sentir o crear caos para estar tranquila.
Que está bien sentirse en paz, que es algo que necesitaba y es lo correcto.
Tengo que entender tantas cosas.
Pero también puede que esté completamente mal, puede que muchas personas no lo vean así, o puede que sí. No lo sé.
Si hay personas leyendo esto, me lo dirán. (O no).
Pero, ¿no se supone que también enamorarse aplica en todos los sentidos?
No me doy a entender… mejor lo saco como pueda:
Para mí, si yo estoy con una persona, yo la amo por como es.
Sin ataduras, sin falsedades, sin peros, sin condiciones.
La amo por como es, amando todas sus facetas.
Amando su lado vulnerable, brillante, pero también su lado más oscuro, lleno de imperfecciones, de grietas.
Porque eso es lo que lo hace perfectamente imperfecto.
Porque yo no sólo quiero estar en sus momentos buenos, sino también en sus peores días.
Aun cuando esa persona no se soporte, o piense que está haciendo todo explotar.
Porque, con lo bueno, a veces no serás suficiente para la persona incorrecta, pero con lo malo, valdrás totalmente la pena para la persona correcta.
Porque querer a alguien aún en su peor momento, realmente no es su peor momento.
He leído tantas veces en estas últimas semanas una frase que va algo así como:
"A veces te alejo porque necesito que me acerques más a ti."
Y eso lo define tan bien…
A veces, si me distancio, si creo desastres casi catastróficos, no es porque quiera irme, es porque quiero que abras los ojos y no me dejes ir tan fácil.
Necesito que me vuelvas a acercar a ti.
Porque si no lo haces, es ahí cuando mi corazón da por hecho que no quieres esa cercanía como estaba al inicio.
Así que, como eso entiende, pues esa idea se mantiene firme y se va desprendiendo cada vez más y más y más…
Pero también, una versión completamente válida podría ser:
"A veces te alejo porque parecías tan distante, tan cambiado, que necesitaba que me acercaras para saber que estaba equivocada."
Así que, para ir dando por terminado este escrito que me ha llevado más de treinta minutos de escribir…:
También querer a alguien, amar a alguien, es cuando alguien te ve en tu peor momento, en tu peor versión, y aún así decide quedarse, ayudándote a que puedas aprender de tus errores, en lugar de abandonarte en tu peor momento, en tu peor versión.
Pero también, cuando dejas ir a alguien tan fácilmente, ¿realmente pudiste decir que la querías de verdad?
¿O simplemente rendirte y huir cuando las cosas se pusieron complicadas fue lo que tu razonamiento te hizo sentir como lo mejor?
¿Como la salida fácil y sin complicaciones?
No sé… pero creo yo que ser paciente con alguien en sus peores momentos es la forma más pura del amor.
Pero bueno, al final cada quien verá por sí mismo, ¿no? Y tendrá una perspectiva completamente diferente, ¿a que sí?